El tema de necesidades educativas especiales nos ha enseñado la
importancia de integrar a colectivos de estas características al mundo
de enseñanza-aprendizaje, además de acercarnos nosotros a estos
colectivos ofreciéndoles apoyo, cariño, afecto y ayudarles a que reciban
una educación tan completa como la de cualquier persona.
También
hemos aprendido que debemos adaptarnos a sus posibilidades y
capacidades de aprendizaje, al igual que debemos tratarlos a todos por
igual, a pesar de las dificultades que puedan presentar, atendiendo a la
diversidad. Por otra parte, hemos llegado a la conclusión de que
el proceso de aprendizaje será más ralentizado, ya que al tener estas
dificultades se requerirá más tiempo dedicado.
Todas las
personas, tanto con dificultades o sin ellas, tienen el derecho a una
completa educación, ya requiera más tiempo, más recursos y más
dedicación.
La deficiencia visual conlleva desde una ausencia total de visión
hasta alteraciones que si bien no son totales suponen una dificultad
para ciertas actividades. Las causas de la deficiencia visual son
diversas, en función del proceso que se vea implicado (la visión no es
función que dependa únicamente del ojo) y del origen de la lesión. Así
podemos agruparlas en las que son de origen hereditario, congénito o
enfermedades adquiridas que afectan la visión.
Actualmente y
gracias al avance en la esperanza de vida, cada vez adquieren más
importancia las deficiencias visuales asociadas a la edad o a
enfermedades adquiridas, como la degeneración macular o la retinopatía
diabética.
La persona invidente o con algún tipo de discapacidad
visual, queda privada de experiencias que otra persona adquiere desde el
momento de su nacimiento.